28 ene 2015

Empire: Familia, ambición y música, mucha música






Un titán de la industria musical luchando por el futuro de su empresa y tres posibles herederos que se ven obligados a competir por hacerse con el control de la compañía, sientan las bases de 'Empire' una serie en la que la música sin duda sube el nivel.

La nueva ficción de FOX, que llega hoy a España de la mano de FOX Life, se viste de culebrón para narrar las vicisitudes de un imperio nacido de una familia desestructurada, arranca con un piloto discreto pero práctico y anota unos datos de audiencia que asustan.

Nueve millones de espectadores acompañaron a la serie en su estreno y son ya más de once millones los que se han quedado enganchados a la mirada triste de Lucious Lyon, el mandamás de Empire Entertainment, interpretado por Terrence Howard y al talento de su hijo Jamal, pero sobretodo, han entregado su corazón a la nueva reina de los personajes trash: Cookie.


Muchas series sufren el síndrome del ‘scene stealer’, un personaje que si bien no tiene mayor peso en la serie, termina eclipsando a todos los demás que palidecen bajo su sombra. Cookie tiene todas las papeletas para hacerse con más atención de la que estaba destinada a recibir. Un cuadro estilístico en sí mismo con sus pieles, sus oros, sus tacones de aguja y unas dosis de fuego, carácter y exceso que hacen que 'Empire' no pueda aspirar jamás a ser un producto 'serio'.

Pero no nos importa porque el personaje lo merece, Cookie es auténtica, divertida y tan loca que lleva consigo implícita la promesa de hacer de la serie un guilty pleasure deluxe.


Los puntos de partida pueden ser engañosos y 'Empire' aún puede elegir convertirse en algo más que en la 'Nashville' de la música negra, pero esa estructura tan sencilla a la par que efectiva que se afianza en el piloto, en la que los tres conceptos principales de la industria se personifican, es una fuente inagotable de escenas de drama drama drama.

El hijo mayor, Andre, con su traje, su ambición y la maldad en la comisura de sus ojos representando el negocio, el pequeño Hakeem todo arrogancia, superficialidad y falta de talento dando vida al producto y el olvidado Jamal, sensible, creativo y enamorado de la música encarnando al artista, podrían generar un debate muy interesante si decidieran no convertirse en los nuevos Ewing.


Pero que tampoco hace falta eh? Que un ‘Dallas’ con música de Timbaland es algo que en el fondo todos estábamos esperando.

Esos tintes chungos de padrino de andar por casa, ese concepto retorcido de familia más antiguo que el tiempo, en la que todos se quieren mal, esa Cookie amenazando con hacerse con la empresa... ¡qué digo la empresa, con el mundo!, a ritmo de temas tan impresionantes como ‘Good Enough’, que interpreta Jussie Smollet en la piel de Jamal en el ecuador del primer episodio...

Mucha carne de culebrón con banda sonora insuperable y unos datos de auciendia, ¡que de guilty pleasure nada!
'Empire' va a ser el placer menos culpable y más confesado de la tele.

Berta F. Del Castillo

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