Un titán de la industria musical luchando por el futuro de su empresa y tres posibles herederos que se ven obligados a competir por hacerse con el control de la compañía, sientan las bases de 'Empire' una serie en la que la música sin duda sube el nivel.
La nueva ficción
de FOX, que llega hoy a España de la mano de FOX Life, se viste de culebrón
para narrar las vicisitudes de un imperio nacido de una familia
desestructurada, arranca con un piloto discreto pero práctico y anota unos
datos de audiencia que asustan.
Nueve
millones de espectadores acompañaron a la serie en su estreno y son ya más de
once millones los que se han quedado enganchados a la mirada triste de Lucious
Lyon, el mandamás de Empire Entertainment, interpretado por Terrence Howard y
al talento de su hijo Jamal, pero sobretodo, han entregado su corazón a la
nueva reina de los personajes trash: Cookie.
Muchas
series sufren el síndrome del ‘scene stealer’, un personaje que si bien no
tiene mayor peso en la serie, termina eclipsando a todos los demás que
palidecen bajo su sombra. Cookie tiene todas las papeletas para hacerse con más
atención de la que estaba destinada a recibir. Un cuadro estilístico en sí
mismo con sus pieles, sus oros, sus tacones de aguja y unas dosis de fuego,
carácter y exceso que hacen que 'Empire' no pueda aspirar jamás a ser un
producto 'serio'.
Pero no nos
importa porque el personaje lo merece, Cookie es auténtica, divertida y tan
loca que lleva consigo implícita la promesa de hacer de la serie un guilty
pleasure deluxe.
Los puntos
de partida pueden ser engañosos y 'Empire' aún puede elegir convertirse en algo
más que en la 'Nashville' de la música negra, pero esa estructura tan sencilla
a la par que efectiva que se afianza en el piloto, en la que los tres conceptos
principales de la industria se personifican, es una fuente inagotable de
escenas de drama drama drama.
El hijo
mayor, Andre, con su traje, su ambición y la maldad en la comisura de sus ojos
representando el negocio, el pequeño Hakeem todo arrogancia, superficialidad y
falta de talento dando vida al producto y el olvidado Jamal, sensible, creativo
y enamorado de la música encarnando al artista, podrían generar un debate muy
interesante si decidieran no convertirse en los nuevos Ewing.
Pero que
tampoco hace falta eh? Que un ‘Dallas’ con música de Timbaland es algo que en
el fondo todos estábamos esperando.
Esos tintes
chungos de padrino de andar por casa, ese concepto retorcido de familia más
antiguo que el tiempo, en la que todos se quieren mal, esa Cookie amenazando
con hacerse con la empresa... ¡qué digo la empresa, con el mundo!, a ritmo de
temas tan impresionantes como ‘Good Enough’, que interpreta Jussie Smollet en
la piel de Jamal en el ecuador del primer episodio...
Mucha
carne de culebrón con banda sonora insuperable y unos datos de
auciendia, ¡que de guilty pleasure nada!
'Empire' va a ser el placer menos culpable y más confesado
de la tele.
Berta F. Del Castillo
Berta F. Del Castillo
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