9 ago 2015

Inside Out y la Reivindicación de la Tristeza

Calificación:

Pixar vuelve a la carga con una película que convierte algo tan subjetivo y complejo como las emociones en una historia universal, conmovedora, tierna y divertida. Con una profundidad psicológica sorprendente, 'Del Revés' triunfa en la taquilla y se alza con el título del film más adulto de la factoría.

Y es que si hay que buscarle un pero, este sería el único: la falta de ese doble discurso tan característico del resto de films de Pixar, famosos por ser capaces de llegar por igual a niños y a adultos.

No tengo claro en este caso cuanto entenderá y cuanto se dejará por el camino el equipo infantil, de esta obra que ha simplificado y concretado conceptos muy difíciles de explicar, envolviéndolos en un paquete de colorines para que los más pequeños no quieran quitar ojo a la pantalla.

El código de color es sin duda el ejemplo más visual de ese proceso de simplificación que han llevado a cabo estos genios de la animación a la hora de construir unos personajes tan carismáticos que ahora nos sirven para explicar cualquier conflicto emocional.

Pensadlo, desde que salisteis del cine vais etiquetando a vuestros amigos tratando de averiguar quién manda en el control de sus mentes, a la vez que la expresión ‘soy bipolar’ queda por fin clara en vuestra cabeza con una imagen de tristeza y alegría peleándose mientras toquetean botones a la vez.



Aunque todas las emociones son indiscutiblemente conquistadoras, hay una protagonista clara: tristeza. Porque alegría, llega a ser cansina en más de un momento del film, ira es para troncharse pero, seamos realistas, ni siquiera Pixar puede limpiar su imagen, miedo es adorable, pero de nuevo una emoción negativa difícil de arrastrar a la luz, asco es divina dentro de su contradicción pero no aspira a hacerse con el protagonismo, aunque entre gran parte del publico lo haya logrado de manera accidental... Y luego esta tristeza.

Hasta que llegó ella el abatimiento nunca me arranco una sonrisa y eso de que 'la paciencia es una virtud' jamás había llegado a calarme, pero la emoción azul enciende una llama tierna en el corazón en el momento en que asoman sus pucheros, porque es un sentimiento que nos une con lazos tan poderosos o más como los que construye alegría. Lo que pasa es que la pobre hoy en día sólo gozaba de mala fama.

En una sociedad que se esfuerza por exponer, subrayar, aplaudir y ensalzar la alegría, y que nos insta a aspirar a ser felices en todo momento; la tristeza estaba condena a ser olvidada y hasta censurable. Un poquito más y tenemos que pedir perdón al mundo por estar tristes, no vaya a ofenderse alguien.

Por eso me gusta tanto y viene tan bien que en el film de Pixar los problemas comiencen cuando alegría se pasa de mandona y no deja espacio a tristeza. Porque en la vida es mucho más sano asumir que hay momentos en que nos vamos a sentir tristes, porque es natural además de necesario, porque sin la tristeza no existiría la alegría, un concepto muy básico que nos ha dado por olvidar últimamente.



Aprendida esta moraleja, nos toca asumir que la evolución significa romper con lo que somos para empezar de nuevo, que así se crece y se madura, y que en el caso de la infancia a la adolescencia es un poco triste de más todo esto, sí, pero luego llegamos a tener una isla de los romances vampíricos trágicos y todo cobra sentido.

Las islas de personalidad, otra manera brillante de expresar los componentes que nos hacen ser como somos, únicos, el paseo por la mente abstracta, los operarios descartando recuerdos pero reproduciendo una y otra vez esa canción de anuncio tan pegadiza…

Todos esos conceptos fundamentales entrelazados con una fluidez de espanto, con humor, con cariño, son los que hacen que el viaje por la mente de la pequeña Riley este conquistando corazones que se enamoran perdidamente a la vez que dan respuesta a ciertas inquietudes como nunca lograron encontrar en años de terapia.

Berta F. del Castillo

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