20 feb 2012

Premios Goya 2012. La misma falta de creatividad, los mismos momentos WTF.

La alfombra volvía a ser roja y eso ya dotaba a la 26 edición de los premios del cine español de un glamour velado del que no acababan de contagiarse las estrellas que desfilaron por ella.

Poca espectacularidad en lo que se refiere a los modelitos, mucho nude, mucho negro, en definitiva, poquísimos riesgos. La nota de color apasionado vino de la mano de Belén Rueda, demasiado neumática, Leonor Watling, insulsa totalmente, y Melanie Griffith.


Con la mujer de Banderas como que no nos metemo, a pesar de que su conjuntito era como… mucho. Pero a ella le perdonamos las flores bordadas en la semi-cola, y las joyas del tamaño de galletitas saladas, porque es un amor y nos hace gracia intentando hablar nuestro idioma.

Mi favorita sin duda Verónica Echegui y su Gucci. Sencillez rota con ese cinturón que de forma independiente nos podría parecer hasta hortera, pero que funciona en conjunto. Muy romano. Como el look de Elena Anaya, otro de los favoritos.


En el capitulo que concierte al repertorio de la presentadora… Eva, que bonito habría sido que trasladases el modo diva de tu Hannibal Laguna de la alfombra al escenario… Un vestido de paseo con ojos estampados… Fuera de que nos pueda parecer más o menos bonito, no parece muy apropiado.

La Gala.

Arrancó de lagrimita con la feliz aparición de Silvia Abascal ya recuperada y continuó en una línea muy parecida a la del 2011 en cuanto a recursos narrativos. El número musical para abrir boca y los montajes con cada una de las películas nominadas. Detalles exportados de Hollywood que no acabamos de saber ejecutar. Cuando parece que mejoramos en una cosa, la liamos con otra. Es el caso de la apertura, más graciosa este año aunque con unas rimas difíciles de digerir y los sketches de Eva con las nominadas a mejor película, que fueron bastante peores a los protagonizados el pasado año por Buenafuente.





Mucha cera se ha llevado la conductora del evento, Eva Hache. Y lo cierto es, que a pesar de echar cierta gracia al monólogo inicial, sus recursos del club de la comedia resultaban cada vez más repetitivos y menos ingeniosos. Hubo alguna buena idea muy mal aprovechada, como la mención a Twitter y una luz más brillante que la eclipsó completamente.

El momento reivindicativo vino de la mano de Isabel Coixet al recoger su premio por su documental “Escuchando al juez Garzón” que además se vió aderezazo por el espontáneo autodenominado como “El Muletilla” que demandó un western en Extremadura.

Momentos tipical spanich a parte, aquí más que en ningún sitio funcionamos por comparativa y a Eva se la condenó sin remedio tras el momentazo protagonizado por Santiago Segura.

Como votan los académicos explicado con humor y sinceridad.


El director de la saga Torrente, Santiago Segura, ha comentado en más de una ocasión lo injusto que considera que sus creaciones no sean nominadas nunca. Lo cierto es que eso tampoco es cosa exclusivamente nuestra. También en la meca del cine tienen problemas para conciliar las nominaciones con los exitazos de taquilla. La diferencia es que aquí es un síntoma más de lo que va mal en la industria.
En cualquier caso, Santiago, tan campechano como siempre, soltó un speech que se convirtió en lo más cierto y gracioso de la ceremonia y en un vaticinio. Explicaba el director como los académicos habrían ido descartando posibilidades hasta quedarse con José Coronado como mejor actor. Y no se equivocó ni media.

La Piel que Olvido.

La gran triunfadora de la velada fue “No habrá paz para los Malvados” el film de Enrique Urbizu que se llevó seis estatuillas frente a las cuatro que logró “La Piel que Habito” de Almodovar, que empató con “Blackthorn” de Mateo Gil.


El día en que se anunciaron las nominaciones lo tuve claro, la última extravagancia del director manchego tendría que darse por premiada con la abundancia de candidaturas y… nada más. Los académicos simplemente no consideran a Pedro como uno más del cine español, parece que no logran situarlo en el mismo conjunto ¿será debido a sus características tan propias?

Ese podría ser el motivo por el cual salió elegida para representar a España en los Oscars como mejor película de habla no inglesa, aunque nos lo hubiésemos llevado de calle. Cosas que nos paran a los ibéricos con la vertiente internacional del séptimo arte, como nominar a Woody Allen por el guión de “Midnight in Paris” y no premiarlo.

Aqui la lista de los ganadores via ABC.es

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